La compra de una vivienda es la inversión más importante que haremos a lo largo de nuestro vida. Para que podamos disfrutar de nuestro nuevo hogar desde el primer día es importante que antes de dar el paso tomemos en consideración una serie de cuestiones.
Lo primero que se debe hacer antes de comprar una casa es decidir un presupuesto orientativo. Los economistas expertos recomiendan que no se supere el 35% de los ingresos netos mensuales en el pago de la hipoteca. Cuando hayas calculado ese importe sabrás el importe de la hipoteca que se podrá solicitar. Si se opta por una hipoteca de tipo variable tu cuota puede variar con el paso de los años y puesto que ahora estamos con un Euribor muy bajo es posible que lleguen unos años en los que la cuota logre una gran subida.
Pero eso serán solo los gastos recurrentes del pago de la vivienda, debes tener en cuenta también los gastos de compra que se producen al principio, estos pueden estar en torno al 10% del pago de la vivienda. Además, ten en cuenta que raramente se conceden hipotecas que cubran en 100% del importe de la hipoteca y habrá que adelantar a menos el 20%. En el caso de que el banco conceda el total del importe del inmueble, acepta solo aquello que puedas pagar, quizás debes buscar vivienda de menor precio para que no tengas problemas en hacer frente a los gastos más adelante.
Y como la mayoría de la gente compra una vivienda pensando que va a vivir en ella toda la via es muy importante analizar la zona en la que quieres comprar y déjate asesorar por agentes inmobiliarios expertos que conocen los pros y contras de cada barrio. Puede que haya previstas unas mejoras en el barrio que ayudarán a revalorizar la propiedad inmobiliaria pero que no se conozcan o por el contrario, que vaya a haber algún cambio que pueda devaluar el barrio.
Habla con los vecinos, pasea por el barrio y cuando estés seguro, compra.