En una época en la que muchos intentamos reducir el azúcar de nuestra vida, resulta curioso como una fiesta que gira en torno a una calabaza se ha rodeado tanto de dulces.
Si tus hijos te piden realizar decoración con una calabaza natural, aprovecha la ocasión para preparar sopa de calabaza o incluso bizcocho de calabaza porque se tomarán las verduras mucho más fácil. No podrás evitar que pidan golosinas pero al menos comerán más verdura.
Pero si habéis dedicado toda una tarde a decorar calabazas terroríficas, querréis que esa decoración aguante lo máximo posible, aunque no llegue hasta que haya que sustituirla por el árbol navideño.
Vacía a conciencia la calabaza
Lo más importante es vaciar completamente la calabaza. Con un cuchillo tienes que cortar la parte superior de la calabaza. Extrae la pulpa de calabaza con una cuchara o un saca bocados. Si es necesario usa un cuchillo para raspar al máximo. Elimina el total del interior de la pulpa para evitar malos olores.
Talla tu diseño
Si el dibujo no lo es lo tuyo, imprime una plantilla de internet y cálcala sobre la calabaza. Después, usando un punzón (si lo hacen los niños) o un cuchillo ve marcando los límites por donde cortar. Repasa los trazos hasta que consigas hacer el agujero.
Seca el interior
Seca el interior con papel de cocina y todos los bordes que has realizado para el diseño. Si tienes algún funguicida en casa para evitar que la humedad atraiga insectos. Con el dedo aplica una capa de vaselina para evitar que penetren las bacterias.
Y por supuesto, no la pongas al lado del radiador de la calefacción, tus hijos están encantados con los cambios de decoración de temporada.