La mayoría de los jubilados decide seguir viviendo en su casa de toda la vida aunque deberían adaptarla para su vejez. Por eso, cada vez más personas se animan a cambiar su piso grande que se llenaba con los hijos por uno de dimensiones más reducidas o por una casita en la playa.
Permanecer durante la jubilación en una casa grande puede resultar más costoso pues la calefacción, el IBI o el seguro de hogar tendrán un importe mayor. Si lo que se busca es independencia más que estar en el mismo lugar, buscar una vivienda adaptada puede ser la mejor opción. Un hogar donde haya suelos antideslizantes, donde el plato de ducha esté a ras de suelo o con un mínimo escalón, con puertas más anchas por si una silla de ruedas fuese necesaria tras una rotura de cadera o con accesos libres de barreras arquitectónicas. Algunas de las ventajas del downsizing (reducir el tamaño de las viviendas) las explicamos a continuación:
Ahorro de gastos
A veces el cambio a un domicilio más pequeño no está condicionado por la reducción de gastos sino por un cambio de vida. Puede que la mayoría de los vecinos de toda la vida se hayan mudado o que sueñes con un apartamento junto al mar donde salir a pasear cada mañana. Sea cual sea tu situación, no debes tomar la decisión a la ligera. La calefacción o el aire acondicionado serán más económicos en una vivienda de dimensiones reducidas.
Alta revalorización
Es cierto que puede que tu vivienda se haya revalorizado más de lo que imaginas pues Barcelona no ha dejado de crecer. Quizá contar con un colchón más abultado para la jubilación puede resultarte más atractivo o simplemente prefieres disfrutar de un hogar donde todo su espacio esté aprovechado, evitando así habitaciones vacías con pósteres en las paredes de cuando nuestros hijos eran adolescentes.
Tener una casa grande solo por las comidas familiares de Navidad, no suele ser muy rentable. Quizá con el extra de la venta de la vivienda podéis ir de vacaciones todos juntos o alquilar un salón. Piensa en tu comodidad diaria no en un hecho puntual.
Deshazte de lo innecesario
Por supuesto, si has decidido vender tu piso señorial en el centro de Barcelona para mudarte a uno más pequeño, tendrás que deshacerte de algunos objetos. Escanea las fotos y guárdalas en un disco duro o en la nube. Ofrece tus muebles a tus hijos y familiares o ponlos a la venta. Vende o tira todo aquello que no has usado en los últimos años y reduce los objetos de tu hogar para tener una vivienda cómoda y funcional.
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